Tuve por motivos laborales que imprimir unos cuadros bastante grandes. Le di al buen señor que lo regenta un USB con las imágenes a imprimir y las medidas.
Debía imprimir:
43.3 X 73.2 CM
Aquel buen señor de pelo cano iba de un lado para otro sin darme demasiada confianza. Cuando me imprime los cuadros estaba como loco con una cinta métrica que por cierto no me dejó coger para medir yo misma los cuadros (error, debí haberme llevado yo una cinta métrica y no haberme esperado profesionalidad en los demás).
Cuando llegué al trabajo y mido los cuadros me encuentro con la sorpresa de que las medidas son:
40 X 75.5 CM y 42.5 X 67 CM
Tuve que volver una tercera vez a la tienda (primera de presupuesto, segunda de impresión) para decirle al buen señor que si me las podía volver a hacer porque me las había hecho mal, y le pregunto si debo volver a pagarlas (sí, tengo civismo, cosas que otros no saben ni lo que es) y el buen señor me dice que sí, que tengo que pagarlas, y le digo que me las ha impreso con las medidas mal, que yo le di las medidas. Pero como no soy de discutir enrrollé mis cuadros, le dí las gracias y salí.
PERDÍ MI DINERO y debo buscar ahora alguna buena copistería donde hacer a partir de ahora mis cuadros, que por cierto hago muchos.